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viernes, 8 de agosto de 2014

Sadness is like the rain.

Soy la clase de chica que se preocupa demasiado por lo que pasa a su alrededor, incluso por el más mínimo detalle, siempre y cuando le importe lo suficiente. Pensaba que todo estaba bien, generalmente bien, hasta que un simple error tiró todo por la borda, y fue entonces cuando me dí cuenta que en realidad se estaba creando un cúmulo de agobio, errores y problemas dentro de mí; que mi cabeza nunca dejaría de darle vueltas y vueltas a todas aquellas cosas que me han perjudicado durante toda mi vida., y que simplemente me estaba manteniendo tan fuerte como pudiera para no preocupar a todas aquellas personas que me rodean. Pero es lo mismo de siempre; una se cansa de ser fuerte, aún cuando creía que no lo era, y necesita desconectar de ese círculo, un círculo que la mantiene cautiva. Ahora mismo, estoy cansada; cansada de fingir, y de sentir que todo me da vueltas. Si tan solo pudiera parar durante un segundo... pero no es así. Realmente, la mente es un arma muy poderosa, tanto en su lado positivo como negativo y odio que me vaya consumiendo de esta manera. Sé que una persona no puede ser feliz durante el resto de su vida. Es más, sé que la felicidad existe por momentos, por instantes y desaparece antes de que nos demos cuenta. Sé que la felicidad consiste en disfrutar los pequeños detalles; que es como una mariposa, si la persigues huirá de tí, pero si eres paciente llegará sola. Me atrevería a decir que es lo más efímero de este mundo. Odio ese momento en el que se esfuma con rapidez y me invade aquel estado de ánimo que me permite y me hace desear estar a solas conmigo mismo; la tristeza. Puede que no tenga ningún gran motivo para llegar a sentirla del todo, pero la cosa es que la siento, como un vacío en el pecho que no te deja respirar lo suficiente. De todas formas, y al fin y al cabo, la tristeza es como la lluvia; pasará con el tiempo, pero no se puede evitar, no puedes fingir que no esté ahí. Y siempre terminas adorando algo de ella, su olor. Se supone que debo aprender a bailar bajo la lluvia, esperando que llegue el arco iris; la cosa es que no estoy preparada para dar el paso sola y por eso siempre necesitaré mi paraguas personal, el apoyo de todas esas personas que realmente se preocupan por mí, aunque a veces necesite pasar por ello sola.


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