
Muchas personas temen que este pequeño, Niall Horan, el bebé del grupo, de un paso más y se convierta en un adolescente en toda regla, pero ni siquiera se dan cuenta de que cada vez que avanza, consigue más y más brillo en su vida.
Es verdad que no me creo que haya cumplido 20 años porque, a parte de que no los llega a aparentar, como he dicho antes, es nuestro bebé y, reconozcámoslo, siempre lo seguirá siendo. Que Niall cumpla años no quiere significar que vaya a dejar todo de lado y que cambie, al contrario.
¿Miedo? Ninguno. ¿Orgullo? Muchísimo.
¿Miedo? Ninguno. ¿Orgullo? Muchísimo.
Niall es una de las personas que con su muestra de dulzura y esa sonrisa tan noble y especial te hace sentir un poco mejor. Porque, aunque no tenga la mejor voz del mundo y, he de decir que no es de mi debilidad de One Direction, es una persona realmente incomparable.
Cuando pude verlo aquel 25 de mayo sobre el escenario, a unos pocos metros de mí, me quedé impresionada ante su locura. No me lo esperaba, para nada, de aquella manera. Pensaba que era algo más tímido y..¿normal? Pero no, es mucho más que eso. Y lo adoro.

Adoro su forma de intentar tenernos siempre contentas, de mostrar su atención y preocupación por nosotras. Adoro sus carcajadas y su estilo. Adoro cada vez que acepta su amor por la comida ante cualquier otra cosa. Adoro que sea tan atento, ya no solo con sus fans, si no con sus familiares y amigos más cercanos. Adoro su forma de tocar la guitarra y aquellos saltos "irlandeses" que da en cada concierto. Adoro su amor por su patria: Irlanda. Adoro cada palabra que consigue decir en español. Todo eso, y mucho más. Es como mi pequeño duende Irlandés.

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