Ese remolino de oscuridad es lo que hay dentro de mí, al menos, ha estado ahí durante estos últimos días.
Muchas veces no sé ni lo que estoy diciendo, ni como estoy actuando. Últimamente solo me estoy dejando llevar por lo primero que se me pasa por la mente, como si lo necesitara desesperadamente, como si necesitara sacarlo todo pero con la condición de que nunca entrara más. Sin embargo, todo lo que consigo es lo contrario. Cada vez se va amontonando más y más y no sé cómo pararlo...
Llegará un punto en el que ya me dé por vencida y no llegue a sentir nada, cosa que realmente me asusta. En el que del dolor, salte directamente a la resignación. Y no es que esté cansada de luchar, NO, estoy cansada de ver que todo esto no da resultado, de malgastar todas mis esfuerzas en algo que no veo un buen final cuando sé que hay algo más esperándome ahí fuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario