Ahora puedo decir que un segundo sueño se ha cumplido, que he tenido a esos cinco idiotas que empezaron desde un pequeño escenario y desde unas escaleras a unos pocos metros, por no decir a un solo metro. Llevo esperando ese momento desde el 13 de enero, día en el que fui Directioner oficial. He sufrido lo que no está escrito para conseguir entradas para ese directo, pero escuchar sus voces en armonía y saltar y dar todo lo que pudiera por ellos, porque me han hecho felices. Me han ido demostrando que no tiene nada de malo mostrar la locura y que cinco personas de lugares diferentes, pueden compartir una misma sonrisa y un mismo sueño, demostrar que la verdadera amistad existe y que no importa lo que digan de tí, porque ellos siempre estarán ahí.
Recuerdo ese 23 de mayo de 2013 a las 15:18 de la tarde. El tren aparecia desde un punto lejano, cobrando vida a cada paso que daba. Observé como mi madre bajaba del tren tras vernos tranquilas y con todo preparado. Le dediqué una última mirada a través de esa gran ventana que empezaba a mover el pasiaje con lentitud. No pude evitar soltar unas pequeñas lágrimas que acompañaban a las de mi madre, pero ella estaba tan contenta como yo, por el simple hecho de que sabía que volveria más feliz que nunca, estaba dando el paso a un sueño hecho realidad.
Tras cinco horas de un largo viaje y, por cierto, de soportar dos películas realmente malas, llegué a la estación de Atocha (Madrid), donde me esperaba una persona que haría de mi sueño un poco más fácil, que me acogió entre sus brazos para darme cobijo y todo lo que necesitara en esos días.
No pude pegar ojo, aún sabiendo los días más largos que me esperaban. El día 24 de mayo, me presenté en la cola a las ocho de la mañana, esperando encontrar una cola larga e infinita. No sabía por donde empezar.
Me dediqué a mirar la cola llena de mantas, sacos de dormir, mochilas, todo tipo de elementos necesarios para dormir allí. Se me encogió el estómago y, finalmente, decidí dar el paso de acercarme a preguntar. Me explicaron algo sobre una lista de grupos. Todos estaban acompañados, pero yo me veía sola allí, aunque no me esperaba que fuera diferente, sin embargo, estaba equivocada. Me acerqué a dos chicas que estaban casi al final de la cola, les pregunté si podía quedarme con ellas y aceptaron. Lo que nunca podría llegar a imaginar es que viviera una experiencia tan inolvidable junto a ellas y puedo decir que he conocido a personas únicas y muy especiales con las que he compartido mucho más que una manta, agua o comida... UN SUEÑO.
Me pasé la mañana del 24 tirada en el suelo, dispuesta a conocer un poco más de aquellas personas de las que me veía acompañada. La confianza se fue apoderando de nosotras.


Fue la primera noche que pasé allí. A pesar de los chicos gritando, si quieres respeto vete a un hotel a dormir y ¡Viva Justin Bieber!, y el maldito ruido del camión de la basura, compartir una noche con cuatro chicas más fue inexplicable. Me sentía una más.
A las seis de la mañana, abrí un ojo y ví a aquella persona que tanto se estaba preocupando por mí dispuesta a llevarme a casa para prepararme lo mejor posible: 25 DE MAYO. ERA EL DÍA.
Se suponía que después de una laaaarga ducha debía descansar, pero fui incapaz. Notaba los nervios a flor de piel y solo quería volver a la cola.

Una vez allí, nos dedicamos a pintar banderas y brazos, y firmar camisetas. Sin duda, queríamos tener un gran recuerdo de aquella amistad. Habíamos sido compañeras en una cola, pero habíamos terminado pasando al siguiente nivel: éramos amigas. Empezamos a sentirnos como Zayn Malik. Brazos pintados, mostrándolos con orgullo. Mrs. Tomlinson, 17, Peter Pan, Swagmasta' from Doncasta' por aquí; Vas Happenin'?, Hazza, Nialler, Malik, Payne, potatoes por allá... e incluso los tatuajes de los chicos.
Nos acercamos varias veces a la parte de atrás del recinto, esperando que los chicos apareciesen, pero nunca tuvimos esa suerte... Y la cola nos esperaba.
Los minutos iban pasando y la hora se acercaba. Se notaba la tensión en el ambiente, la gente empezaba a ponerse nerviosa y muchos intentaban colarse. Tras una larga y horrible espera, las puertas se abrieron. Vimos como un grupo de chicas corrian hacia ellas: las primeras. Nos agarramos como pudimos, intentando no separarnos y evitando que se colaran. Todo se descontroló cuando llegamos a la primera revisión. El hombre del Staff nos paró con un grito. Se estaban intentando colar y nosotras no nos pudimos controlar. Empecé a gruitarle a aquel hombre: Nosotras estábamos antes. Le entregué mi entrada acompañado de mi DNI, me miró y me pidió que le nombrara todas aquellas personas que iban conmigo. Gracias a eso, conseguimos pasar antes, como debía de ser. Segunda revisión: cualquier cosa que NO pudiera entrar en el recinto. Me hubiera comido las uñas si tuviera ese vicio... Notaba las vibraciones.

El recinto fue llenándose con el paso de los segundos. Las pantallas se encendieron: ONE DIRECTION. Gritos, gritos, gritos. CLAIRE. WTF? Anuncios... Videoclips y promoción de otros artistas: Little Mix, 5SOS, Olly Murs. Anuncios, más anuncios. Era desesperante ahora que lo pienso pero, en aquel momento, ni siquiera era capaz de notarlo. Una vez más, los chicos en pantalla, pidiéndonos que siguieramos una serie de..."normas": no correr, no empujar, beber mucha agua... Ya, claro.
De repente, todo se volvió negro. Las gradas eran iluminadas con pequeñas luces de diferentes colores: rojos, azules, verdes, blancos; como si fueran pequeñas luciérnagas que se movían con rapidez y precisión. Camryn apareció tras la tele negra, acompañada de su banda. La música empezaba y empezamos a cantar todas aquellas canciones que conociamos: We Found Love, Don't Wake Me Up... Su actuación fue asombrosa, acompañada por una voz inigualable y una energía que escandilaba.
Terminó su actuación. Josh (batería de la banda) y Paul (guardaespaldas de los chicos) pasaron por aquel pequeño pasillo que nos separaba del escenario y nos quedamos flipando. Aprovechamos para beber agua y más agua que nos ofrecian los de seguridad, al menos lo hacían al principio.
La tela negra empezó a moverse. Estaban allí, los sentiamos. Mariposas revoloteaban por mi estómago. Oh, dios mio. Oh, dios mio. UP ALL NIGHT a todo volumen. Empezamos a gritar con todas nuestras fuerzas y empezó mi sueño. Los chicos se movían por todo el escenario y compartian sus locuras con todas sus Directioners allí presentes. Sus voces en directo son INCREÍBLES. Es como si estuvieran sacadas del disco. El sentimiento que ponían, la felicidad que mostraban, sus amplias sonrisas, el brillo en sus ojos... TODO FUE ESPECIAL. Su amor por España quedó mostrado y nos marcaron a cada una de nosotras. El 'YO SOY ESPAÑOL, ESPAÑOL, ESPAÑOL' de Niall y sus palabras en español, al igual que las de los demás. Me morí con Harry y su 'HOLA', '¿COMO ESTÁN?', 'MUY BIEEEEEEEEEN.' Sus 'GRACIAS, MUCHAS GRACIAS' cuando, en realidad, éramos nosotr@s los que estábamos agradecidos.
Estaba siendo la mejor experiencia de mi vida. Niall no paraba de hacer el tonto, Harry y aquella mirada que te desnudaba, Liam y su preocupación por cada fan, Zayn y sus perfectos solos... IMPRESIONANTE, INOLVIDABLE, PERFECTO.
Harry se acercó hacía nuestro lado, cogió la botella de agua y empezó a beber. ¿Os imaginais lo que vino después? EXACTO, nos tiró agua. Mi felicidad era máxima. Tenía la cámara en la mano, así que grité con todas mis fuerzas: ESTÚPIDO. Eso sí, con una sonrisa en mi cara. Nos dedicó una sonrisa y se fue hacía el otro lado del escenario. ¡Liam cogió el móvil de una de las chicas que estaba conmigo en la cola, la que me había llamado!
Estábamos eufóricas, sin creernos todo aquello que estábamos viviendo. Por supuesto, no faltó el baile de 'La Macarena'.
Cada movimiento que hacían quedó grabado en mi memoria, así como en mi corazón y, por supuesto, en mi cámara. Y digo exactamento lo mismo de aquellas personas con las que compartí aquellos días tan inolvidables.

Me despedí de aquellas personas que se ganaron un hueco en mi vida y en mi corazón y, tras una gran pizza como cena, era hora de irse a casa a intentar dormir, nunca mejor dicho. Esa noche, me limité a observar los videos una y otra vez. Habían sido las 3 mejores horas de mi vida.
Aún sigo en shock, porque no me puedo creer que los tuviera a un metro y que escuchara sus voces en directo. Esta sensación permanecerá durante todo mi vida y, aunque haya escrito todo esto, ni siquiera creo que sea suficiente, pero necesitaba plasmar en una pantalla lo mismo que he plasmado en mi corazón.
Desde aquí, les doy las gracias a esos cinco chicos que han hecho que sea feliz y que siga creyendo en mis sueños y, también, a todas aquellas personas que han compartido conmigo este sueño, así como a aquellas que han hecho que ESTE sueño sea posible: mi padre, mi madre y la amiga de mi madre que es como mi tía, por cuidarme tan bien durante aquellos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario