TWITTER

sábado, 11 de mayo de 2013

In public, all is worse.

Puede que te encuentres rodeada de gente; ya sean familiares, compañeros, no importa el tipo de relación que mantengas con esa personas, pero llega un momento en el que te das cuenta de que te sientes sola. Los oyes respirar, pero la tuya se hace notar de entre las demás, con la diferencia de que nadie más se da cuenta.
Intentas hacerte un hueco, pero es como si te empujaran hacía atrás, como si ni siquiera quiseran que fueras parte de ellos. Y entonces, te alejan. Y decides que ser alejada es una buena opción. Te encierras en aquello que te hace feliz: los libros, la música, tus ídolos... Prefieres llorar con todo aquello, sola, que delante de todas aquellas personas que no se preocupan por tí.
Y llega el momento en el que te preguntas: ¿qué ha pasado?, ¿qué ha cambiado?, ¿por qué no es como antes?. Y tu madre te susurra: ¿Acaso esperabas algo diferente?. Y lo peor de todo es que tiene razón.

Me había hecho ilusiones de seguir siendo parte de una familia que se rompió hace algún tiempo, y dejó de existir. 

 photo 8i8ki_zpscc074955.jpg

Atraviesas el marco de la puerta, abriéndote paso en un lugar en el que piensas que te vas a encontrar cómoda, dispuesta a aprender tanto como puedas y forjarte un buen futuro. Pero las horas pasan y pasan, y en lo único que piensas es en huir, en escapar de aquella realidad tan falsa. Porque miras a uno y a otro y dudas de la sociedad. Sí, de lo que soy parte pero, por suerte, puedo decir, que soy diferente a toda esa sociedad. Soy parte de ella, pero NO soy de ese tipo sociedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario