Llega un momento en el que todo pasa y sientes como si te hubieran quitado un gran peso de encima. Esta vez, das un paso hacía delante y no tienes problema alguno. Te extrañas de no ver ningún obstáculo en tus pies, pero aprovechas ese momento para ser feliz. Ni siquiera la luz te molesta después de tanta oscuridad, de tanta preocupación.
Te limitas a mirar esa luz con fuerza y una leve sonrisa, deseando que dure tanto como sea posible.
Todo pasa, hasta las más grandes tormentas. No sin dificiltad, no sin dolor, pero finalmente pasa y aprendes de ello. Después, te sientes reconfortada. Habías echado de menos todo aquello que ahora mismo sientes.
Recuperas aquella confianza perdida y vuelves a ser tú, la mejor tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario